¿Versión o revisión?
Haremos un breve repaso por la nueva "versión" de Windows. Bajo el codename
"7" llegará el sustituto de Windows Vista a finales de este 2009. Apenas
tres años después Windows Vista tiene sustituto. ¿Por qué? ¿Será que los
miles de hoax sobre lo malo que es Windows Vista ha hecho verdadera mella en
las ventas del sustituto del viejo XP? ¿La premura con que se lanzó Vista
nos utilizó a todos como beta-testers de este nuevo Windows 7? ¿Por qué y
para qué Windows 7?
Que cada cual saque sus propias conclusiones, particularmente creo que la
salida de esta nueva "versión" de Windows viene como consecuencia de un
Windows Vista que no fue todo lo redondo que se esperaba en sus inicios, en
unos tiempos en los que Linux y Mac OS también quieren una parte del pastel
de los S.O. En cuanto comencemos a ver el nuevo "7" nos daremos cuenta de
que el parecido con Mac OS tal vez no sea casual y sí una maniobra comercial
y de marketing.
Dos veces he entrecomillado "versión". Informáticamente hablando cuando un
producto software sufre cambios considerables en su diseño o prestaciones
hablamos de nueva versión, poniendo un ejemplo, Adobe PhotoShop CS4 es en
realidad PhotoShop 11, como su predecesor CS3 fue PhotoShop 10, etc. El
cambio en el dígito principal nos indica que el producto ha sufrido cambios
notables. Por el contrario las revisiones suelen ser correcciones de
errores, adición de pequeñas funcionalidades, y en definitiva, cambios poco
relevantes. Si Windows Vista tiene el número de versión 6.0.6001 (Vista con
SP1), el propio equipo de desarrollo de Windows 7 ha denominado a este nuevo
sistema como 6.1.7100. Tras pasar unos días con él todo parece indicar que
el "7" es consecuencia de esa compilación "7000", aunque de aquí a finales
de año, cuando se libere la versión definitiva, esa compilación sufrirá
algunos cambios, no sabemos entonces donde quedará el 7, sería realmente
pretencioso pasar de una 6.1 a una 7.0 en tan pocos meses, aunque tratándose
de Microsoft todo es posible.
Windows Vista SP2 está al caer, a tenor de lo visto en "7" no habría sido
en absoluto descabellado haberlo convertido en Windows Vista SP3, aunque
evidentemente esta práctica no supondría una nueva remesa de fanáticos, y no
tan fanáticos, actualizando sus sistemas operativos.
Si bien es cierto que Windows Vista no entró precisamente con buen pie en el
mercado, faltaríamos a la verdad si dijéramos que todo sigue igual. Una vez
pasados dos años, el sistema estabilizado en el mercado, con un buen soporte
de drivers, un service pack que mejora algunos fallos importantes de la
versión inicial, y máquinas considerablemente más potentes, Windows Vista
comienza (ahora que está sentenciado a muerte) a verdaderamente correr (sin
comillas) en las nuevas máquinas que salen a la venta.
La instalación
Importante es saber sobre que máquina se han hecho las pruebas.
• Placa Base DFI CFX-3200 M2/G
• 8GB DDR2 667Mhz
• Procesador AMD X2 6000 (2x3000Mhz)
• Dos discos duros Seagate 500GB SATA en RAID (striping)
• Ati Radeon 2900 XT 512MB
• Dos grabadoras DVD LG en puerto SATA
• Dos lectores DVD LG en puerto IDE
• Un disco duro externo eSATA
De este modo, la instalación, idéntica a la de Windows Vista, nos ha llevado
exactamente 25 minutos, desde el inicio desde el DVD, hasta que el
escritorio de Windows 7 se ha cargado por primera vez. Estamos instalando
Windows 7 Ultimate v64bits RC compilación 6.1.7100, la captura pertenece a
la instalación de la beta 6.1.7000, cuyo tiempo de instalación fue idéntico.
Lo único especial que hemos tenido que hacer para instalar nuestra
versión beta, ha sido cargar los controladores RAID de nuestra controladora,
sin la cual no teníamos visible nuestra matriz. Afortunadamente desde Vista
ya no es imprescindible un diskete, previa a la instalación copiamos los
drivers al disco duro eSATA al que podemos acceder sin problemas desde la
ventana de instalación. Tampoco este paso es imprescindible porque podemos
cargar los controladores desde cualquiera de las unidades CD/DVD o un simple
pendrive.
Tras ella ninguna sorpresa. Todo el hardware detectado, a excepción de la
controladora Sil3112. Una vez configurada nuestra conexión a internet un
simple Windows Update nos detectó e instaló correctamente el driver en
cuestión.
Éste suele ser uno de los puntos más críticos cuando se cambia de S.O., la
gestión de drivers. Parece claro que la filosofía de "7" en principio es
idéntica, o cuanto menos compatible, con la de Vista. Nos hemos dispuesto a
obviar los controladores que windows ha instalado por defecto y hemos
descargado e intentado instalar las últimas versiones ofrecidas por sus
fabricantes, generalmente ofreciendo un rendimiento superior a los que
ofrecen los propios de Microsoft. Hemos de mencionar sin embargo que el
controlador que Windows ha instalado de la cámara Logitech QuickCam 4000 no
es uno propio de Microsoft, sino uno oficial del propio fabricante. Ésta
será una de las novedades de "7" en cuanto a controladores, y ha sido grato
observar como el propio software nativo de la cámara y sus correspondientes
actualizaciones, se han descargado sin rechistar.
Una sorpresa más desagradable ha sido la actualización automática del
controlador de la Ati X2900, que por defecto se instaló correctamente, y
cuya instalación del "update" recomendado causó que la misma dejara de
funcionar. Todo se solucionó bajando los drivers específicos para Windows 7
en su versión beta que ya tiene la web del fabricante, aunque igualmente
hemos hecho funcionar todos los dispositivos con los drivers específicos de
Vista 64 sin ningún tipo de problema. Hasta la fecha los controladores de
Vista son perfectamente válidos para "7".
Primeros minutos
¿Metí por error el disco de Mac OS X? No, es Windows 7. Lo primero que nos
llamará la atención (a aquellos que provenimos de sistemas Windows), es la
nueva barra de tareas. Hermanita gemela, o cuanto menos prima hermana, de la
de Mac OS. Esto no es bueno ni malo en sí mismo, es sencillamente así.
Primeros cambios, primeros conceptos elementales que deberemos ir
asimilando.
¿Pero esto que es?
No, no será intuitiva a las primeras de cambio, porque el concepto de la
barra de tareas es completamente nuevo. Una barra más gruesa que, por
defecto, tan solo incluirá los iconos de nuestros programas favoritos.
Podremos añadir y quitar a nuestro antojo, y a la vez que ejerce de barra de
tareas será también nuestra nueva "barra de acceso rápido", que en Windows 7
ya no existe como tal, aunque seguiremos teniendo la oportunidad de crear
una a nuestro antojo. Dejamos el pasado atrás (el presente en realidad), e
intentamos hacernos con la forma de funcionar de esta nueva barra. De
primeras observaremos que no son más que accesos directos a nuestros
programas. Un "click izquierdo" lanza nuestra aplicación favorita, hasta
aquí todo bien, una vez minimizada ésta, un nuevo "click izquierdo" en el
correspondiente icono restaurará al escritorio nuestra aplicación, hasta
aquí todo bien, o casi. Porque con este nuevo sistema no sabemos de un
vistazo a nuestra barra de tareas que programas tenemos o no abiertos. En
caso de abrir varias instancias de un mismo programa el icono mostrará una
especie de sombreado (como vemos en la captura de arriba sobre la carpeta
señalada), pero si la aplicación en concreto no admite varias instancias
simultáneas entonces la única manera de saber qué tenemos abierto será
dejando caer el ratón sobre el icono correspondiente, en cuyo caso
obtendremos una miniatura en tiempo real de lo que está ocurriendo en la
aplicación "x", no obteniendo miniatura alguna en caso de que dicha
aplicación no esté abierta. ¿Poco práctico no? Después veremos que esta
nueva funcionalidad puede desactivarse a medias.
Por contra la nueva barra de tareas viene con nuevas e interesantes
funcionalidades. Especialmente integrado Internet Explorer 8, lo que queda
patente al previsualizar la miniatura que genera la barra de tareas cuando
tenemos varias pestañas abiertas en el navegador, como vemos en la imagen
todas las pestañas abiertas quedan reflejadas en la miniatura generada,
lástima que no ocurra lo mismo con Mozilla FireFox.
Pero no solo de miniaturas vive esta nueva barra. Si bien es cierto que
al principio estaremos perdidos y nos sentiremos extraños al no saber qué
está abierto y qué no, igualmente útil será el acceso a los archivos
recientemente abiertos, u otras opciones que nos mostrará al pulsar con
"click derecho" sobre alguno de los iconos de dicha barra. Estas opciones
cambiarán en función de la aplicación que señalemos.
Debemos tener en cuenta que todo lo comentado es exclusivamente válido
cuando Aero está en funcionamiento, si nuestra potencia gráfica no llega a
unos mínimos nuestra reluciente barra se verá mermada en prestaciones,
quedando las miniaturas relegadas a una lista de aplicaciones o ventanas
abiertas.
Sin embargo parece ser que, al menos de momento, estas nuevas funciones
de la barra de tareas tienen ciertos efectos colaterales. Habitualmente
muchos programas muestran una serie de opciones si pulsamos "click derecho"
sobre su icono en la barra de tareas, esta lista de opciones no está
disponible en Windows 7
Aunque como comentaba antes afortunadamente podemos en cierto modo
desactivar esta nueva funcionalidad, si accedemos a propiedades de la barra
de tareas podremos dejar nuestra barra muy parecida a como es en Windows
Vista, bastará con desactivar el agrupamiento y marcar "usar iconos
pequeños". Como novedad podremos mover y cambiar de ubicación nuestros
iconos, y aunque no aparezcan agrupadas en un solo botón, las tareas de un
mismo programa aparecerán unidas entre sí, lo que en cierto modo hace más
claro y sencillo localizar nuestra aplicación abierta.
Ya mencionamos antes que la "barra de acceso" rápido ha desaparecido, y
también cambia el concepto de "systray" o área de notificación, aunque ya
está disponible en Vista la posibilidad de decidir que programas residentes
queremos ver y cuales no, en "7" se dedica un poquito más de esfuerzo a la
hora de tomar esa decisión. Igualmente el icono dedicado a mostrar el
escritorio en limpio ahora se ha convertido en un botón a la derecha del
reloj. Denominada como "Areo Peek" podremos activar o desactivar ésta nueva
funcionalidad que nos mostrará una previa del escritorio en limpio tan solo
con dejar caer el puntero en esta zona, sin necesidad de hacer click.
Todas estas nuevas funciones están aderezadas con nuevas transparencias,
agradables y suaves movimientos que hacen que en general el nuevo Aero sea
más atractivo a la vista.
El nuevo Aero
No son especialmente notables las diferencias del Aero de "7" con su
antecesor. Sí que existen nuevas funcionalidades que lo hacen algo más
atractivo, y más funcional en algunos aspectos, pero salvando el radical
cambio de la barra de tareas, el ALT-TAB o Windows-TAB siguen siendo los
mismos que en Vista.
Ahora es más sencillo maximizar, o poner al 50% del tamaño del escritorio
una ventana, incluso un movimiento rápido de una de nuestras ventanas
minimiza el resto dejando sólo nuestra aplicación en el escritorio.
Si arrastramos nuestra ventana al borde superior del escritorio nuestra
ventana se verá automáticamente maximizada, si por el contrario es
arrastrada a cualquiera de los bordes laterales conseguiremos que se quede
ocupando justo el 50% de nuestro escritorio, mientras que si cambiamos su
tamaño y lo extendemos hacia el borde inferior el efecto será que nuestra
ventana se cambia de tamaño, manteniendo el ancho, y ocupando todo el alto
del escritorio. Es una forma de agilizar con movimientos de ratón la
asignación del espacio de nuestras ventanas en el escritorio.
También el cambio de tareas ha cambiado si usamos la renovada barra de
tareas en lugar de ALT-TAB para seleccionar una u otra. Al movernos por las
miniaturas de nuestras aplicaciones observaremos como todas las ventanas
abiertas quedan transparentes, mostrándose tan solo el borde que las
contiene y dejando visible tan solo la ventana de la aplicación sobre la que
tenemos colocado el puntero. Una vez pinchamos en la aplicación deseada el
resto de ventanas volverán a hacerse visibles, sin duda es una buena forma
de ver de forma más clara la aplicación que estamos seleccionando.
El apartado personalización sigue dando grandes posibilidades. Eso sí, de
nuevo los chicos de Microsoft se empeñan en cambiar las cosas de sitio. Ya
nos costó encontrar muchas cosas al migrar de XP a Vista, ahora nos toca
volvernos locos los primeros días para encontrar según que cosas. Quizás
ahora están donde deben, pero no donde estaban en Vista.
Ahora cambiar la resolución de la pantalla es tan simple como pulsar la
correspondiente opción con el botón derecho en el escritorio, el resto de
opciones, como protector de pantalla, fondo de escritorio, tema, color,
transparencias, se accede desde una ventana única bajo el nombre de
"Personalizar".
Más allá del aspecto:
Después de un buen rato describiendo algunos de los cambios estéticos más
significativos del nuevo "7" es momento de centrarnos en lo más sustancial.
¿Que ofrece de nuevo "7" respecto de su predecesor? Ciertamente no mucho. Sí
que gratifica observar las demandas de los usuarios respecto de ciertos
aspectos irritantes de Vista se han visto atendidas en esta evolución de
Windows.
Ya en XP tras su SP2 los usuarios sentimos que el famoso centro de seguridad
no hacía más que incordiar y muchos nos ingeniamos la forma de eliminarlo
totalmente de la barra de notificación. Sin embargo este hecho no pareció
importarle a Microsoft, incluyéndolo de nuevo en Windows Vista, aderezado
además de otra nueva "medida de seguridad", el control de cuentas de
usuario. Los continuos mensajes de aviso y el área de notificación
continuamente informando de potenciales problemas de seguridad enfadó, y
molestó, a aquellos que usamos el sistema para algo más que navegar y
chatear. Para esas personas que necesitan instalar y desinstalar software
con relativa frecuencia, y en cierto modo, "trastear" el sistema para
dejarlo a su gusto, estos avisos eran un incordio insoportable. La idea de
que solo los administradores tuvieran control sobre ciertas operaciones era
sobre el papel una medida de seguridad eficaz para evitar que cierto
software malintencionado tomara control sobre recursos o programas, pero la
medida era tan o más intrusiva, y sobretodo molesta, que un propio virus,
por lo que al final terminó perdiendo el 100% de su utilidad ya que casi
todos los usuarios terminaron por desactivarla por completo. Bien, parece
que esta vez las demandas de los usuarios no cayeron en saco roto. En
Windows 7 el control de cuentas de usuario sigue existiendo, pero
afortunadamente podemos elegir el carácter que ésta tenga, pudiendo elegir
cuatro diferentes niveles de seguridad, siendo tan o más molesta que en
Vista, o por el contrario pidiendo confirmación tan solo para ciertas
aplicaciones, lo que hace mucho más llevadero su uso. UAC está ahora
accesible en " Panel de control\Sistema y seguridad\Centro de actividades",
no lo busquéis dentro de cuentas de usuario porque no lo encontraréis.
Igualmente ha ocurrido con el centro de seguridad, mucho más configurable
con objeto de que los avisos que nos de sobre antivirus desactualizados, o
firewalls desactivados, puedan ser controlados por el usuario. Por fin estos
avisos son fácilmente seleccionables desde el panel de control. Éstas
opciones las tendremos disponibles desde la opción denominada "Centro de
Actividades" y puede ser accedido desde el área de notificación o el propio
panel de control.
En lo que a funcionamiento se refiere no hay grandes cambios, Windows 7
bien podría haberse llamado Windows Vista SP3, las principales diferencias
las encontraremos en lo estético que ya hemos comentado y en algo a lo que
Microsoft ya nos tiene acostumbrados cada vez que libera una nueva versión
de Windows, en la disposición de los diversos elementos de configuración del
sistema. Ocurrió en el salto a XP desde 9x, volvió a ocurrir al pasar a
Vista, y de nuevo Windows 7 vuelve a reorganizar la configuración del
sistema en un panel de control que se ha reajustado respecto de Vista. De
nuevo parece que las reclamaciones de los usuarios no han caído en saco
roto. El panel de control aparece ahora más ordenado y acceder a los
diferentes elementos de configuración es, en principio, más intuitivo. No
obstante habremos de acostumbrarnos a encontrar las nuevas ubicaciones. Por
poner un ejemplo ahora cambiar la resolución de la pantalla se accede
directamente en una de las opciones del menú contextual que nos aparece al
hacer "click derecho" sobre el escritorio. Los famosos gadgets incluidos en
Windows Vista siguen existiendo en "7", pero ahora cada elemento tiene
entidad propia sin necesidad de estar anclados a una barra lateral.
Nuevos cambios también en el explorador de Windows. Es esencialmente igual
que el de Vista, pero parece que funciona como debe. No es extraño en Vista
que el Explorador muestre los contenidos de las diversas carpetas "tal cual
le sale del alma", por más que nos empeñemos en personalizar las vistas de
las carpetas. En "7" se han cambiado la disposición de algunos elementos,
como el botón para personalizar las vistas, y en el tiempo que he trabajado
con él parece que atiende a las órdenes y mantiene la configuración de las
vistas de las carpetas tras muchos reinicios. ¡Por fin!. Además, la extraña
funcionalidad que incorporaba el explorador en Vista, de mostrar los sitios
recientemente visitados, ya fueran en nuestro disco duro local o en internet explorer, ha desaparecido en "7", y funciona como, en principio, se entiende
que debe funcionar, mostrando tan solo los sitios recientes que hemos
visitado en nuestro disco duro, precisamente porque se trata del explorador
de Windows, y no del explorador de Internet.
También algunas funcionalidades extra se han añadido a esta nueva
versión, se ha mejorado la gestión de los perfiles de color, incluso incluye
un asistente que nos permitirá calibrar nuestro monitor razonablemente bien
vía software.
La gestión de las redes inalámbricas también ha sufrido mejoras y cambios
respecto de Vista, e igualmente el apartado de impresoras y hardware mejora
respecto su predecesor.
Compatibilidad hardware y software
En la introducción comentamos que aparentemente los drivers de Windows Vista
son perfectamente válidos para "7". En el equipo probado ha sido así, sin
embargo hay que comentar ciertos detalles que nos hacen dudar de que en el
fondo la gestión del hardware no es exactamente idéntica a Vista.
En esta RC hemos visto como el famoso índice de rendimiento de Windows ha
sufrido cambios con respecto a la anterior Beta. Misma configuración de
hardware y nuestro índice ha pasado de 3.0 a 5.2, esto ha sido debido
gracias al rendimiento de disco que lastró nuestro anterior test, y que en
esta RC recibe el mismo resultado que en Vista 64, 5.9, lo cual nos hace
descubrir gratamente que aún se están mejorando cuestiones importantes y que
seguramente estamos ante muchos errores que corregir antes de una versión
final. En "7" el índice, que recordemos que está marcado por el más bajo de
los resultados, pasa de ser un 7.9 como máximo en lugar del 5.9 de su
predecesor.
En cada cambio de versión de Windows los usuarios solemos temblar ante dos
potenciales problemas, la compatibilidad hardware y la compatibilidad
software. "7" solventa con nota la compatibilidad con controladores
anteriores, pero, ¿que ocurre con nuestros programas favoritos?. Buenas
noticias, tras instalar una buena cantidad de programas de la más diversa
índole hemos podido constatar que todos sin excepción funcionan con absoluta
normalidad en Windows 7. Nero 9, Camtasia 6, Adobe Audition 3, Office 2007,
Google Earth, Windows Live Messenger, Nod 32 3.0 x64, paquete completo de
Codecs, entre otros, han sido instalados y ejecutados con total normalidad.
Mención especial hemos de hacer a PhotoShop CS4, que nos dió un mensaje
previo a la instalación que nos hizo temer lo peor.
En dicho mensaje se nos informa que hemos de tener instalado como mínimo
Windows XP 64 SP1 o bien Windows Vista 64 SP1. Se ve que el número de
versión del que informa Windows 7 no es correctamente interpretado por CS4,
que pese al error se instala correctamente, aunque, curiosamente, solo en su
versión 64 bits, mientras que el mismo se instala tanto en sus versiones 32
como 64 bajo Windows Vista (X64).
Ésta ha sido la única pega que nos hemos encontrado, en general, tras varios
días de trabajo con él, todo el software ha funcionado normalmente.
En cualquier caso, en previsión de que queramos usar software especialmente
antiguo, la opción de "compatibilidad hacia atrás" se he dotado de mayores
opciones para que el usuario no tenga ningún tipo de problema a la hora de
ejecutar software alguno. En nuestro caso no hemos necesitado hacer uso de
dicha opción ya que todo se instaló correctamente.
El temido rendimiento
Si eres usuario de Windows estarás tristemente acostumbrado a sufrir en tus
carnes como cada versión supera en requerimientos hardware a su predecesora,
teniendo como consecuencia que a igualdad de configuración el "nuevo
Windows" siempre irá más lento que el "antiguo". No soy un especial amante
de las diversas suites de benchmarks de nuestro sistema, ya que más allá de
obtener unos valores en milisegundos, flops, megaflops, o cualquier otra
unidad de medida, lo verdaderamente importante son las sensaciones y el
trabajo diario con un sistema, precisamente por ello he omitido instalar
ninguna de estas suites y dejarme guiar por mis impresiones, que son las de
un usuario que por su trabajo diario ha de estar manejando Windows durante
muchas horas al día. No me importa si Windows 7 se inicia 5 segundos más
rápido que Vista, o si Counter Strike da 40 fps a 1680*1050 y 32bits de
profundidad de color. Me importa el saber que con mi actual configuración
hardware no tendré que hacer una inversión en memoria, procesador o gráfica,
para que el nuevo windows no absorba todos mis recursos.
Y las noticias son buenas. Si Windows Vista SP1 corregía algunos lastres de
la versión original, y se espera que SP2 haga lo propio, hay que reconocer
que, en términos generales, Windows 7 se comporta más suelto y ligero que su
hermano pequeño. La barra de Gadgets se ha eliminado, y era una experta en
consumir paulatinamente cada vez más memoria. Al iniciar el sistema
(equipado en nuestro caso con 8GB DDR2) apenas se sobrepasa el giga y medio
de memoria consumida (con todos los programas residentes funcionando,
antivirus, firewall, etc), Por un lado que se ha optimizado este aspecto, en
Windows Vista con la misma configuración casi se alcanzan los 2GB, y por
otro lado los de Microsoft se ha puesto las pilas para mejorar Windows Vista
en lo que a consumo de memoria y uso de la memoria virtual y el disco se
refiere. Apreciamos en esta nueva versión como el disco duro apenas entra en
funcionamiento cuando no se necesita usar la memoria virtual, era muy común
observar en Vista como nuestro disco trabajaba continuamente, aparentemente
"sin hacer nada", cuando nuestro equipo estaba en reposo o ejecutando tareas
de poco peso.
Hemos llevado a Windows 7 al límite, hemos abierto todas las aplicaciones
instaladas, y hemos puesto a trabajar PS CS4 con una buena cantidad de
imágenes (hasta su límite), para obligarle a consumir los 7.2 GB de memoria
que tiene asignados como máximo. Windows ha respondido, y vaya si lo ha
hecho, pese a tener usada el 100% de la memoria, hemos podido seguir
trabajando normalmente sin que el rendimiento se haya visto mermado de forma
notable. El equipo ha seguido estable, ninguna aplicación ha dado error, y
una vez hemos cerrado todo y comprobado el estado de la memoria hemos
observado gratamente como la memoria consumida apenas llegaba al gigabyte,
para de nuevo repetir la operación y ver que Windows 7 responde, y responde
muy bien a grandes exigencias de recursos, gestionándolos adecuadamente y
cediendo aquella memoria que estrictamente no necesita para los programas
que la demandan.
La conclusión en este sentido es clara, cualquier usuario que esté usando
Windows Vista con soltura puede estar completamente seguro de que el salto a
"7" no implicará una inversión extra en hardware para que éste funcione, es
más, Windows 7 es más ágil que su antecesor, aparentemente gestiona mejor la
memoria y los recursos, y me atrevería a decir que es lo que en su momento
Windows Vista debió ser.
No obstante no nos llevemos a engaño, los requerimientos de Windows 7 no son
nada desdeñables. Exige como mínimo 1GB de RAM para poder ser instalado, lo
cual hace evidente que si queremos ejecutar nuestras aplicaciones favoritas
deberemos tener instalados 2GB como mínimo para que el sistema rinda de
forma fluida, y 4 si queremos aspirar al uso de aplicaciones especialmente
exigentes con la memoria. No debemos olvidar tampoco que todo el alarde
visual de Aero es posible gracias al uso de la potencia de nuestra gráfica,
tanta transparencia y ventanas en 3D no serían posibles con una gráfica
mediocre. Igualmente a tener en cuenta es el procesador, que aunque menos
importante que la memoria, tampoco debemos obviar, al igual que la velocidad
de disco duro donde, recordemos, acudirá Windows cuando la memoria física
empiece a faltar.
En cualquier caso reitero que si Windows Vista os funciona razonablemente
bien, entonces Windows 7 funcionará mejor.
Mención especial he de hacer al rendimiento multimedia. Tras haber
probado satisfactoriamente la compilación 6.1.7000 en lo que a reproducción
de contenido multimedia en alta definición se refiere, reproduciendo Blue
Ray, y películas en 720 y 1080p con total y absoluta soltura, tanto
aprovechando la aceleración hardware, como sin ella, esto no ha sido posible
en la nueva RC. El contenido a 720p se ha reproducido sin problemas, sin
embargo las películas en 1080p y un alto bit-rate, correctamente
reproducidas en Vista y en la anterior compilación, no se han podido ver
fluidas en esta RC, no ha sido problema de procesador, que estaba al 60%, ni
de potencia gráfica, ya que los saltos en la reproducción se producían tanto
por software como con aceleración dxva. Tras varias pruebas no he sido capaz
de encontrar el problema.
Valoración personal
Windows XP estuvo con nosotros durante cinco años, y en el mejor momento de
su vida, cuando era más estable que nunca, cuando el inmenso parque de pcs
era capaz de sacarle todo el partido al sistema, y cuando no se echaba en
falta revisión o versión nueva alguna, Microsoft se sacó de la chistera a
Longhorn, que a la postre se convertiría en Vista. Llegó entre polémicas,
porque se desecharon tecnologías que estaban previstas para él y que "no dió
tiempo" a implementar, porque sus exigencias de recursos estaba dos años por
delante del hardware que había en la calle, y porque salvo una interfaz
renovada el nuevo sistema no aportaba ninguna mejora considerable que
hiciera merecer la pena la migración desde XP (Justo es recordar que el
ahora añorado por muchos XP recibió críticas similares en su lanzamiento)
Tras dos años escasos, multitud de críticas, y dos service packs liberados,
Microsoft sentencia a muerte Windows Vista, cuando se encuentra en un
periodo en el que la gente comenzaba a darle una oportunidad, sobretodo
porque el parque informático se ha renovado en estos dos años y
prácticamente cualquier PC de gama media puede mover con soltura el sistema
de Microsoft. Sin embargo pareciera que el lastre que trajo Vista aún antes
de su nacimiento oficial, y la multitud de críticas que cosechó incluso
antes de ser lanzado al mercado, han hecho mella en el sistema operativo y
aún hoy hay detractores que, haciendo honor a la verdad, muchos de ellos sin
fundamento, se niegan en redondo a migrar desde XP a Vista, dándose incluso
el caso inverso, algo inaudito, instalando XP en máquinas equipadas
originalmente con Vista.
Salvando las distancias viene a ocurrir algo parecido a lo que pasó con XP,
que no olvidemos también fue destinatario de enfurecidas críticas tras su
lanzamiento. Seguramente Vista está en la buena senda, sobretodo tras los SP
1 y 2, pero no termina de despegar... y había que ponerle solución a esto.
Para ello Microsoft se saca de la chistera Windows 7, básicamente para
acabar con la mala imagen de Vista. "7", más allá de un Aero renovado, y
algunas nuevas funcionalidades, amén de un aparente menor consumo de
recursos y funcionamiento en principio más fluido, no es más que Windows
Vista con un lavado de cara y algunas correcciones que eran necesarias a
nivel interno. No hace falta ser ingeniero para darse cuenta de que Windows
7 no es más que un Windows Vista mejor terminado, incluso a nivel interno el
número de versión (hasta la fecha) se sigue manteniendo en 6.x, por lo que,
efectivamente, incluso desde Microsoft no consideran a "7" una nueva
versión, sino una revisión del actual Vista (6.0).
Y pese a que los párrafos anteriores son una crítica a la política de
Microsoft a la hora de sacar nuevos productos al mercado, lo cierto es que,
bien llamándose "7", bien llamándose Windows Vista SP3, Windows 7 es un
producto bien terminado, que mejora en lo esencial (el rendimiento) a su
antecesor. Seguramente no era necesario el bombo y platillo que se le está
dando, y se le dará. Cuando en su momento se haga la presentación oficial se
nos enseñará lo bonito que es el "nuevo Aero", o las virtudes de acceder a
Google Maps desde una pantalla táctil gracias a la funcionalidad que "7"
implementa y que ya conocen desde hace tiempo los usuarios de algo tan
simple como un Iphone a la hora de poder mover, maximizar y toquetear,
literalmente hablando, cualquier elemento en pantalla, algo por un lado muy
vistoso, y por otro de dudosa utilidad.
Cuando hablemos de "7" debemos ser conscientes de que en el fondo no es
una nueva versión. Es Windows 7 por fuera, pero Windows Vista por dentro.
Software y Hardware compatible con Vista lo será con "7", no aporta grandes
ni palpables mejoras, salvo la mencionada del rendimiento, por lo que el
cambio estará justificado si queremos que nuestro sistema corra algo más
fluido.
Windows 7 es lo que Windows Vista debió ser.