¡A vivir que son 4 días!

Pues eso... esta mañana me enteré que un conocido de aquí de Nerja, se había quitado la vida.

Supongo que sus razones tendría, aunque sinceramente, creo que no hay ninguna razón (ni buena, ni mala) que justifique que alguien se quite la vida, ni por si mismo ni por encargo de otro o porque otro decida quitársela.

Si eres creyente (da igual tu religión) seguramente pensarás que después hay otra vida y en esa otra vida tendrás oportunidad de hacer más cosas que en esta, pero... no sé que decirte, vamos no es que vayamos a enzarzarnos en una discusión, ni nada de eso, que no es esa mi intención, sino que... bueno, que vale, que a lo mejor (o seguro) que hay otra vida, pero... como a mi no me la han presentado, pues déjame que insista que solo tenemos esta en la que ahora estamos, así que... ¡vivamos esta vida! y si después hay más vidas, ¡vivamos las demás vidas también!

Pero el tema no es ese, es decir, no es de si hay o no hay más vidas que esta que estamos viviendo ahora, de eso ya hablaremos otro día, si se tercia, que tampoco es que me lo vaya a apuntar en las tareas que tengo pendientes, entre otras cosas, porque nunca me acuerdo de mirarlas... pero esa también es otra historia. Vayamos a la historia de hoy, ahora, es decir, de esta historia que he empezado con ¡A vivir que son cuatro días! (sí, vale, el cuatro lo puse como un número, pero no seamos pejigueras...)

El que más y el que menos ha tenido su crisis, sus depresiones, sus días malos que llaman algunos, sus bajones que llaman otros, esos días en los que te gustaría mandarlo todo a la mierda o al cuerno o a tomar por culo o a lo que se te ocurra, que por suerte esta lengua española que algunos hablamos, tiene muchos calificativos, sobre todo si son descalificativos, así que... escoge el que más te guste o con el que más te desahogues, que de eso es de lo que se trata, de desahogarse, de no dejarse arrastrar por el mal rollo, por ese muermo que te entra cuando ves que nada te sale a derechas, ni a izquierdas, como dice mi colega Willy Marroquín: "Si saber no es un derecho, será un izquierdo", pues tira pal centro, o tira palante, que patrás, ni pa coger carrerilla, y cuando digo "coger" me refiero a pillar, tomar, no al otro "coger" que en algunos países tienen otro sentido, (aunque, si le damos ese sentido, lo mismo si que estaría justificado tirar patrás...) pero seamos serios, es decir, hablemos en serio, que este tema no es para andar con bromas, o al menos, no en el sentido de tomárselo a broma, que eso de tomarse las cosas "con filosofía" (o en broma, según opiniones) está bien, sobre todo si consigues no agobiarte, no deprimirte, no dejar que se te caiga el mundo encima.

Ya te digo que el que más y el que menos, tiene días que son un asco, que piensas, ¡vaya rollo de vida! ¡para vivir esta vida, mejor no vivirla! pero ¡quieto parao! no te apresures, sí, está bien que sueltes esas expresiones cuando algo no te sale bien, que es bueno desquitarse, sobre todo para quitarse los malos rollos, pero no te creas que todo lo malo que te pasa es porque eres "un elegido" para las maluras y malos rollos, que aunque te parezca que todo está perdido, en realidad no lo está... Que esas cosas, nos pasan a todos, a unos nos dura más, a otros les dura menos, e incluso hay a los que nunca les pasa, pero esos son casos aparte, que ya te digo que todos somos aptos para que nos califiquen de "depresivos", que sí, que puede ser por una cosa pequeña, o por una más grande, que puede ser que no veas la luz ni encendiendo todas las luces que encuentres o simplemente, es un pequeño apagón temporal, pero de esos apagones están TODAS las vidas llenos, que sí, que no eres el único al que le ha pasado <esto> o lo <otro> (sustituye el <esto> y el <otro> por lo que te haya pasado a ti, y si además tienes varios <estos> y varios <otros> pues los añades a la lista, yo te espero)
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¿Ya? ¡Vaya lista que has montado! Pero no te preocupes, hay gente que podrían estar días rellenando esos puntos suspensivos y hasta les faltaría tiempo. Y esa es una de las cosas que debes tener en cuenta, que lamentablemente, no eres el único que tiene problemas, depresiones, cosas que te gustaría quitarte de encima. Aunque esté mal decirlo, hay otros que están peor que tú. Sí, aquí el refranero español tiene un dicho que viene como anillo al dedo (siempre que el anillo te encaje bien, que todo hay que aclararlo), y es aquello de "Mal de muchos, consuelo de tontos", y sí, si te consuelas de esta forma, pues... me vas a permitir que te llame tonto, en incluso: TONTO, así en mayúsculas, para que no haya dudas, ya que no es ningún consuelo pensar que hay otros que están peor que tú, ya que precisamente esa puede ser una buena razón para que te plantees tomarte la vida de otra forma, ya que si sabes que hay más que están como tú (e incluso peor), ¿por qué no haces algo en vez de andar lamentándote?.

Si crees que tu vida no vale una caca (por no volver a decir mierda, que después la gente se molesta que tenga esta "boquita" que tengo) y que no vale la pena vivir esta vida, plantéatelo de otra forma, deja de pensar en ti y en la poca suerte que tienes, deja de lamentarte tanto, que muchas veces parece que lo único que buscas es que la gente piense (y en el mejor de los casos te diga) "Mira al pobre este, que mal lo está pensando, pobrecito, que pena me da", ya que muchas veces eso es lo que buscamos cuando estamos con la depre o con la moral por los suelos, que alguien venga a consolarnos, pero... salvo que seas de esos que dan pena, y tienen cerca a alguien que lo note (o bien porque hayas hecho el esfuerzo de hacerte notar y dar pena, que también los hay), la gente pasará olímpicamente de ti, recuerda que ellos también tienen sus problemas, sus penas, y no van a ir a consolarte a ti... así que... olvida que te consuelen, consuélate tu a ti mismo, y si no te consuelas, haz algo que consuele a otros, y aquí es donde quería llegar yo (sí, ya se que es mucho rollo lo que te he soltado, pero... ¡todavía tengo más que contarte!, así que... paciencia que todo llegará), y la cuestión es esa, si estás mal, piensa qué puedes hacer para que otros, que también lo estén pasando mal, dejen de estar tan mal. ¿No te vale?

Hace unos años, vi una peli, cuyo título era "Atrapado en el tiempo" (sí, esa del día de la marmota, del tío ese que hizo la peli de Cazafantasma y Los fantasmas atacan al jefe -como Cuento de Navidad de Charles Dickens-, es que yo para los nombres soy muy malo... además de que cuando escribí esto no busque la película, que de haberlo hecho, hubiera sabido que el actor se llama Bill Murray y no te hubiera tenido que decir lo de las otras películas esas... en fin...), pues bien, el tío este, cada vez que se levantaba, lo hacía en el mismo día. Eso debe ser horrible, levantarte y volver a vivir el mismo día de "caca" de ayer... eso sí que es depresivo, sobre todo si ese día que repites es de esos días que quieres olvidar. La cuestión es que este hombre (el protagonista de la película), al principio pilló una depresión de tres pares de c... (esta palabreja ya es más fuerte, así que... lo dejo a tu discreción), total que cada vez que se levantaba (a la misma hora y con la misma canción en la radio), se daba cuenta de que estaba viviendo lo mismo que vivió el día anterior. En la película, se suicida de muchas maneras, incuso se aprovecha de la situación de saber lo que va a ocurrir, roba un banco, se liga a una tía, en fin... ¡se aprovecha de lo que sabe!. Hasta que se da cuenta de que puede hacer algo más que no hacer nada. Así que, decide ayudar a los que sabe que les va a pasar algo, al niño que se cae de un árbol, al hombre que se atraganta, incluso hay un indigente que se le muere de frío varias veces, afortunadamente "puede vivir nuevamente la misma vida" y... (no te lo cuento, por si no has visto la película, así descubres por tu cuenta que le pasa al pobre anciano que se muere congelado una y otra vez...). Aprende a tocar el piano, aprende a hacer esculturas de hielo, aprende y ayuda a otros. Es decir, ¡cambia una depresión por algo útil!

Y todos tenemos algo útil que hacer, cualquier cosa, lo que te parezca insignificante, seguro que le puede servir a otro.
Sí, ya sé que es fácil decir las cosas, que lo que tu tienes no lo tienen otro, que lo tuyo si que es malo, que seguro que si yo estuviera pasando lo que tú estás pasando ahora, seguro que no diría lo que digo ni intentaría hacerme el buenorro o el graciosillo, sí, lo tuyo es lo peor que le puede pasar a alguien... ¿Y cuál es el problema? ¿Crees que porque te esté pasando lo peor de lo peor tienes excusa para dejar de hacer algo por los demás? Pues... me vas a perdonar, pero... si eso es lo que piensas, déjame que te diga: ¡una mierda pinchá en un palo! Sí, es una grosería, lo reconozco, pero es que si te crees que estás peor que el resto, es que no sabes como está el resto. Así que, deja de quejarte y haz algo útil, lo que sea, ayuda a tu vecino a sacar el perro, a cruzar la calle, a limpiar la basura de su puerta, a quitar esa basura que está en la acera porque cualquier capullín lo ha dejado ahí, ve a cualquier centro de ayuda de tu ciudad, y ayuda a otros, y si no lo hay, inventa, siempre hay cosas que puedes hacer... siempre es mejor hacer algo que no hacer nada porque estás hecho polvo, porque crees que estás al borde de lo que nadie estará nunca.

Y aunque no te guste Joan Manuel Serrat, aquí te dejo la letra de "Hoy puede ser un gran día"

En cualquier caso, si vas a cometer una locura, plantéatelo antes de hacerla, y esa energía que vas a emplear en hacerlo, úsala para otra cosa más productiva, sin contar que si haces algo como eso, al final sí que conseguirás que te presten atención, sobre todo aquéllos que de verdad te quieren o a los que sí que les importa, que aunque pienses que a nadie le importas, seguro que alguien habrá, incluso esos que ahora parece que te hacen la vida imposible, y que seguro que después se arrepentirán de habértela hecho. Y si eres de los que están en ese grupo de "hacedores de la vida imposible", plantéate cambiar, que seguro que a tu madre, a tu padre, a tu hermano, a tu tía, a tu pareja, a tu querido, a la vecina de al lado, al compañero de trabajo, a la cajera del supermercado que siempre te pone mala cara, a todos esos que ni le das los buenos días, les gustará oírte dar las gracias, dar los buenos días o las buenas tardes, e incluso aunque pueda parecer una cursilería, decirles que los quieres, que aunque seas un "rancio", en el fondo los quieres.

La cuestión es que hagas algo, y si con eso que haces, consigues que, aunque solamente una sola persona sea un poco más feliz que antes, ya está justificada tu existencia en esta mísera vida... y lo mejor de todo es que si puedes hacerlo una vez... ¡puedes hacerlo todas las veces que te lo plantees! Así que... como dice Serrat: Plantéatelo así, aprovecharlo o que pase de largo, depende de ti.

Nos vemos.
Guillermo